Búsqueda de Identidad
La búsqueda del adolescente para establecer la identidad, conlleva al hecho de integrar experiencias del pasado, adaptarse al presente, y tener una visión sobre el futuro. Este proceso resulta por demás complicado para la persona pues ya que con la búsqueda se presenta un conjunto de cambios físicos (Aberastury y Knobel, 1997).
Adolescencia
La adolescencia es un período de la vida con intensos cambios físicos, psíquicos y sociales, que convierten al niño en adulto y le capacitan para la función reproductora. Los cambios físicos tienen una amplia variación de la normalidad. Por tanto, es necesario comprender y conocer estos cambios para poder diferenciar las variaciones normales de las anomalías en el crecimiento y desarrollo que son parte de la pubertad.
La adolescencia, como parte del desarrollo del ser humano abarca por lo general el periodo comprendido desde los 11 a 20 años de cada persona, en el cual él sujeto logra alcanzar la madurez biológica y sexual; y se encuentra en la búsqueda de la madurez emocional y social, (Papalia, 2001); a su vez la persona se ve obligado a asumir ciertas responsabilidades en la sociedad, así como conductas propias del grupo del cual se encuentre rodeado (Aberastury y Knobel, 1997), por lo tanto, cuando se habla del concepto de adolescencia, se refiere a un proceso de adaptación mucho más complejo que el simple nivel biológico, e incluye niveles de tipo cognitivo, conductual, social y cultural (Schock, 1946).
Este periodo, es reconocido en casi todas las culturas a nivel mundial y según Coon (1998) está determinado por 4 factores:
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La dinámica familiar.
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La experiencia escolar.
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El marco cultural que ha estructurado el ambiente social.
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Las condiciones económicas y políticas del momento.
Como tema de investigación, la adolescencia toma importancia a finales del siglo XIX, partiendo de los trabajos de Platón y Aristóteles, quienes plasmaron su interés en lo modificable del comportamiento (Derflinger, 1991). Varios autores como Freud (1917), Bios (1980) y Gessell (1958) le otorgaron mayor relevancia e importancia a los cambios psicológicos presentados en este periodo, así como a las transformaciones de la personalidad fundamentada a partir de los eventos ocurridos en la infancia, las crisis que presenta, y la búsqueda de la identidad.
Se manifiestan constantes cambios de ánimos, como consecuencia de la personalidad que se comienza a desarrollar con la ayuda del ambiente familiar y cultural del adolescente en cuestión (Marcia, 1980).
Por otro lado, es muy posible que el individuo comience a desarrollar actitudes negativas si su entorno así lo influye, en este caso Macmurray (1953), resalta el concepto de identidad negativa, como un componente agresivo destructivo, en el cual individuo que se identifica a figuras negativas puede ser génesis para problemas de tipo psicosocial.
Por ende necesario que el adolescente logre una serie de objetivos indispensables para poder encontrarse con su identidad y de esta manera quedar inserto en la sociedad adulta con una sensación de bienestar, eficacia personal y madurez en todos los procesos de su vida. El lograr estos objetivos prepara el terreno para que el individuo adquiera las habilidades de afrontamiento necesarias para funcionar en el entorno social que le rodea (Marcia, 1993).
Crecimiento
De acuerdo con el sitio Web Secretos para contar, el crecimiento de un niño es un proceso que se desarrolla en el interior de su organismo, y consiste en el aumento del número y tamaño de sus células. En el individuo, dicho crecimiento puede ser medido por el peso, la longitud, la talla de su cuerpo y el tamaño del contorno de su cabeza. El crecimiento y desarrollo de una persona es un fenómeno continuo que se inicia en el momento de la concepción y culmina al final de la pubertad, período durante el cual alcanza la madurez en sus aspectos físico, psico-social y reproductivo. Esta transformación involucra cambios en el tamaño, organización espacial y diferenciación funcional de tejidos y órganos.
