RECOMENDACIONES
Según el Abogado Carlos Trapani, Coordinador del Proyecto Buen Trato de Cecodap (tomado de Aldeas Infantiles) hay que conocer cuáles son los participantes en el Bullying y atender algunas recomendaciones.
¿Quiénes son los Participantes del bullying?
Según el abogado Carlos Trapani los actores se dividen en:
• El agresor o victimario: Generalmente son niños que quieren liderar grupos, ser reconocidos, el acoso escolar se da indistintamente del sexo. Generalmente, ese victimario es una persona que busca reconocimiento y aceptación. En muchos casos tiene antecedentes de abuso en su núcleo familiar.
• La víctima: En relación a las víctimas son generalmente niños muy sumisos, callados, introvertidos, con problemas de autoestima que probablemente también provienen de entornos violentos. Al igual que el victimario el género no es determinante.
• Los observadores o testigos: es toda persona que no está involucrada ni como víctima ni como victimario en el acto de la agresión, pero que lo presencia.
¿Cómo prevenirlo?
A continuación le ofrecemos una serie de recomendaciones para evitar el acoso escolar:
• Conocer y escuchar a los niños, niñas y adolescentes para abordar adecuadamente temas como el bullying
• Dedicarles tiempo de calidad para que se sientan importantes en la familia, queridos y en confianza.
• Estar atento a cualquier señal que refleje una situación de violencia, ya sea no querer ir a la escuela, cambios de rutina o ánimo en el niño, niña y adolescente.
• Orientar al niño, niña o adolescente para que se comunique con sus padres o con su representante en caso de sufrir acoso, e informarle donde debe acudir para buscar ayuda.
• Canalizar ante los Consejos de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes cualquier caso de amenaza o violencia a sus derechos.La mayoría de los niños en edad escolar ha vivido este fenómeno social, ya sea como víctima, victimario o testigo.
Lo importante es que cualquier tipo de intimidación, por inofensiva que parezca, debe ser definida como inaceptable por todos.
Trapani argumenta que la principal solución es reconocer que la violencia es prevenible. “Hay que darle espacio a los problemas afectivos de los niños y adolescentes. Los padres deben estar alertas y muy atentos al comportamiento de sus hijos. Asimismo, la formación del docente es clave para identificar este tipo de violencia y es fundamental que la escuela disponga de mecanismos para abordar estas situaciones”.