Problemática en la adolescencia
Otro problema es el estrés, y las pocas habilidades para enfrentarlo, lo cual puede ocasionar patologías como depresión, emplazamiento, rebeldía, drogadicción o comportamiento suicida. Éstos, pueden ocasionar consecuencias graves y suelen ocurrir en combinación con otros problemas, como los desórdenes de nutrición y la agresividad. La depresión, está vinculada a la forma negativa y pesimista de interpretar los fracasos, y afecta en gran medida a la conducta del adolescente, manifestando su estado de ánimo al exterior, lo que propicia un rechazo social (Myers, 2000).
Algunos adolescentes se avergüenzan con facilidad y sienten ansiedad al pensar que están siendo evaluados. Ante esta situación la tendencia natural es protegerse a sí mismos: hablar menos, evitar los temas que revelen ignorancia y controlar las emociones. La timidez es una forma de ansiedad social que está constituida por la inhibición y la preocupación por lo que los demás puedan pensar. Lo anterior, somete al adolescente a situaciones de estrés, el cual afecta el sistema inmunológico, dejándolo vulnerable, además de producir desesperanza y con ello reforzar la conducta depresiva (Myers, 2000).
En relación a la muerte, los adolescentes no piensan mucho a menos que se haya enfrentado a la misma (Papalia et. al., 2001), siendo que en su preocupación de descubrir su identidad, se preocuparán más de cómo viven que de cuanto vivirán, sin embargo, el suicidio consumado es la tercera causa de muerte en adolescentes en la etapa tardía, siendo los varones quienes presentan un riesgo 5 veces mayor que las mujeres, estos jóvenes tienen un antecedente relacionado a la depresión, trastornos adictivos, comportamiento antisocial o personalidad inestable, además de antecedentes familiares en relación a la conducta, siendo la baja autoestima, el pobre control de impulsos, la poca tolerancia a la frustración y la ansiedad, trastornos que se asocian al problema (Papalia et. al., 2001), en relación a la familia el alejamiento de los padres, el maltrato y rechazo de la familia (Papalia et. al., 2001).
El adolescente se vuelve vulnerable a trastornos diversos; trastornos que experimentarán con el tiempo, pero que podrán ser resueltos si la adolescencia se vive dentro de la normalidad y de aquí la importancia de que esta etapa se encuadre en un proceso e ir consiguiendo en cada momento una adecuada adaptación en su ambiente, logrando tanto una estabilidad emocional como una integración de su persona a la vida social.
Los problemas más frecuentes que pueden atravesar los adolescentes son:

El grado de anormalidad en las conductas de los adolescentes es una función de los daños que éstas puedan ocasionar tanto a la sociedad como a él/ella mismo(a). Los jóvenes que son incapaces de abordar de una forma adecuada los problemas que se les presentan posiblemente padecen un trastorno. Uno de los mayores problemas que enfrentan los adolescentes y que tienen que resolver continuamente es el aislamiento, el cual se presenta en mayor prevalencia en los varones, probablemente porque es más difícil para ellos expresar sus sentimientos (Rice, 2000). Los adolescentes padecen soledad por diversas razones. Algunos presentan problemas para relacionarse, otros tienen dificultades para mostrar una conducta adecuada y para aprender cómo comportarse o adaptarse a situaciones diversas; algunos padecen baja autoestima y se sienten muy vulnerables a la crítica, anticipan el rechazo evitando las situaciones que podrían provocarles vergüenza (Rice, 2000).
Problemas de conducta:
Los adolescentes se encuentran en una disyuntiva, pues por un lado los adolescentes desean que sus padres sean directos y les suministren límites precisos pero cuándo esto se realiza, sienten que le quitan la libertad y no le permiten tomar sus propias decisiones. Se producen desacuerdos y muchas veces los padres pierden el control no sabiendo que les está pasando a sus hijos, ni donde están. Por lo tanto, es importante que los padres pregunten y conozcan donde están sus hijos, con quién están y adónde van, y que a su vez los hijos informen a sus mayores sobre sus conductas y decisiones.
Problemas escolares:
En muchas ocasiones los adolescentes se niegan a asistir al colegio, manifestando excusas como “dolores de cabeza” o “estomago” y expresan dificultad para alejarse de sus padres. Asimismo, presentan problemas para integrarse a grupos escolares o con tienen conflictos con algún compañero de clases, que quizás pueda estarlo acosando. Todas estas situaciones pueden hacer que asistir al colegio se convierta en una experiencia solitaria y amenazadora.
Por su parte, otros problemas pueden estar asociados a estados depresivos, ansiosos y a la falta de confianza en sí mismos para desarrollar aprendizajes y actividades escolares, o hacer amigos. Dichos problemas emocionales afectan el rendimiento escolar, pues la capacidad de concentración se dificulta y compromete sus capacidades para realizar tareas.


Problemas sexuales:
En ciertos momentos, los adolescentes se muestran tímidos y retraídos al preocuparse por su físico que se encuentra en desarrollo y esto influye en que no realicen preguntas a sus mayores, referente al sexo. Por ende la falta de confianza a sus padres o figuras mayores los hace propensos a recibir información errónea por parte de sus compañeros o amigos, incluso están expuestos a tener experiencias sexuales riesgosas, como embarazos no deseados o contagios de enfermedades de transmisión sexual.
El frecuentar situaciones de riesgo puede indicar problemas emocionales o reflejar una necesidad de vivir al límite y antes de tiempo. Para prevenir dichos problemas sexuales es importante que los padres, docentes, médicos de cabecera o centros de orientación familiar, ofrezcan información y orientación sexual adecuada a los jóvenes, para así guiarlos y evitar que cometan errores.


Problemas de alimentación:
Durante el desarrollo, los adolescente presentan ciertos cambios físicos y hormonales, por lo que en ocasione los jóvenes pueden preocuparse excesivamente por su peso, corriendo el riesgo de sufrir anorexia o bulimia nerviosa. Con respecto a la primera enfermedad, anorexia, el sujeto se niega a comer y se ve con sobrepeso aunque realmente esté muy delgado. En cuanto a quienes padecen de bulimia, pueden tener sobrepeso, sin embargo ellos canalizan sus problemas y depresiones a través de la ingesta inadecuada y excesiva de alimentos, posteriormente esto los hace sentir culpables y al sentir que aumentarán de peso por haber consumido alimento, se incitan el vómito. Ambas enfermedades deben ser tratadas a tiempo, pues pueden traer consigo consecuencias graves para la salud de quien las padezca o incluso la muerte.
Problemas con el uso de alcohol y drogas:
En muchas ocasiones los adolescentes se tornan rebeldes, acompañado por la necesidad de encajar en ciertos grupos o entornos sociales, por lo que son capaces de cambiar sus hábitos, como fumar cigarrillos, ingerir alcohol o consumir drogas. El alcohol es la droga que mayor frecuencia causa problemas en los adolescentes. Los padres deben estar atentos a cualquier cambio repentino y grave de conducta de sus hijos.
Los padres y representantes tienen el deber de guiar y orientar a lao adolescentes, para evitar que estos incurran en errores graves. Por tanto, se debe mantener un diálogo fluido y permanente con los hijos así ellos podrán acudir al encuentro con los padres cuando lo necesiten. Para ello es preciso que se sientan escuchados, no criticados, ni presionados. Los padres cumplen un papel importante en la etapa de crecimiento de los jóvenes, por lo que deben brindar una base segura a sus hijos.
Normalmente, son los padres quienes se encargan del mantenimiento y la economía de los hijos, de esta manera son ellos quienes deben decidir cuáles son las reglas del juego aunque en ocasiones puedan ser negociadas y acordadas entre padres e hijos. Dichas reglas deben ser razonables y serán menos restrictivas cuándo el adolescente se haga más responsable. La mayoría de las dificultades en la adolescencia no son ni graves ni duraderas, pero a veces es necesario que el adolescente pase por alguna de ellas para convertirse en un ser libre, con valores marcados, responsables, maduros e independientes, con un proyecto de vida.


Problemas emocionales:
Que adolescente no se ha sentido tan triste que ha llorado y deseado alejarse de todo y de todos; pensando que lo vida no merece la pena vivirla. Estos sentimientos pueden dar lugar a un estado depresivo que puede esconderse bajo excesos alimenticios, problemas para dormir y preocupaciones excesivas sobre su apariencia física. También pueden expresarse estos trastornos en forma de miedos o ataques de pánico.